SOBRE MI
(Historia completa en actualización 28/04/2023)
Soy un creador visual de Guadalajara, México y Antiguo Cuscatlán, El Salvador. En este momento radico en Guadalajara, Jalisco, México.
FUNDAMENTO ARTISTICO
Tesis
El arte visual así como otras disciplinas artísticas, son un medio de conexión con una realidad más amplia y profunda, en un concepto existencial y metafísico, que puede generar procesos complejos de comprensión de nuestra propia realidad interna y externa, en su diversidad de planos, y sostenernos de una forma emocional y mental en momentos difíciles.
PRINCIPALES CONCEPTOS CREATIVOS
En la actualidad gran parte de mi trabajo artístico lo dedico a transmitir mis propios conceptos del arte: visionario, espiritual y psicodélico. También me apasionan otros universos conceptuales como: la ciencia ficción y la fantasía. Y considero importante a veces abordar temas sobre problemas sociales y de nuestra condición humana, que acontecen en nuestra civilización, de una forma que los ponga aun en más evidencia y generen una reflexión en el publico.
BREVE HISTORIA SOBRE MI FORMACIÓN ARTISTICA
(Historia completa en actualización 28/04/2023)
En mi caso con la expresión artística en general surgen a muy temprana edad con el dibujo, entre los 2 y 4 años, como una necesidad de conexión y comunicación, conmigo mismo y lo que conformaba mi realidad.
Debido a que mi madre (salvadoreña) y padre (mexicano), de los cuales podría escribir 2 libros diferentes lleno de magnificas historias – al igual que de mi padrastro (salvadoreño) – fueron parte del movimiento revolucionario de El Salvador, y a mi como a muchos otros niños me toco nacer bajo el contexto de la guerra civil de este país y vivir hasta los 8 años de edad dentro de la comunidad conformada por los revolucionarios (viviendo entre Nicaragua y México), teniendo dificultades pero también bendiciones entre ellas la de poder viajar a México durante esos años y con esto tener la oportunidad de estar a veces en otro ambiente social, el cual aunque no era perfecto siempre fue para mi un espacio casi mágico, con familiares muy queridos.
Durante los tiempos de la guerra, aunque asistía a la escuela normal como otros niños, tuve una formación particular para ser un niño pequeño, y dentro de las cosas que tenia que saber a demás de algunos de los retos bajo los que estábamos sometidos en ese estado de conflicto y lucha social, era la de cuidarme a mi y la información que podía llegar transmitir por seguridad de todos. Esta forma inicial de relacionarme con el mundo y las personas, más esta soledad y distancia de mi más cercanos, habitando en diferentes tipos de entornos y con distintas personas (entre miembros del movimiento revolucionario y familiares), me volvieron un niño introspectivo y en un estado principalmente de observación y reflexión, así que no era alguien que se comunicara verbalmente de una forma tan convencional y el dibujo se volvió una solución ideal para sacar una fuerte necesidad de expresión y conexión con la realidad y otros seres, incluyendo los animales.
Durante el contexto de la guerra el primer encuentro que recuerdo con material grafico impreso que pude tener en mis manos, se da por primera vez por medio de libros ilustrados con temas revolucionarios, que trataban por ejemplo sobre la historia de Sandino y el Sandinismo en Nicaragua; también imágenes impresas con propaganda revolucionara (algunas de ellas conocidas mundialmente como la imagen del rostro del Che Guevara), cuentos ilustrados y contenido de cultura popular de los años 80 (entre el cual destaco el universo de personajes animados de Estados Unidos de América).
Fuera del contexto de la guerra y durante mis viajes México, tuve la oportunidad de estar expuesto también a material audiovisual y digital, gracias a que mi papá era un apasionado de estos temas, por medio de una microcomputadora que tenia de principios de los 80 (metálica y pesada con una pantalla negra con tipografía verde), videojuegos (principalmente por medio de las maquinas de arcade o como se conocen en México «maquinitas» y las primeras consolas de videojuegos como el Atari y el Family), series animadas (principalmente de animación clásica de Estados Unidos y Japón), comics (Latinoamericanos) y material cinematográfico de entretenimiento popular de la época en formato de cine y video (Betamax-VHS).
El dibujo lo practique durante todos estos años como una necesidad personal de expresarme y de interactuar con la realidad, y por esparcimiento. La única orientación técnica fue por medio del conocimiento de mis maestros escolares, entre los cuales destaco a los maestros del instituto Montessori de la ciudad de México, en el cual pude estudiar durante un año al final de esta época y el cual creo, que por su modelo, fomento en mi el querer desarrollar mejor mis habilidades e intereses, no solo en el dibujo, también en la informática e incluso llegue a participar en una obra de teatro escolar sobre el descubrimiento de México (interpretando a uno de los chamanes que visualizan las embarcaciones de los españoles), son recuerdos de actividades como estudiante que guardo aun vívidamente con gusto en mi memoria.
En el año de 1992 se firma la paz de la guerra de El Salvador en el Castillo de Chapultepec, en la Ciudad de México, e inicia la etapa de la post-guerra. Durante la época que duro el conflicto armado y por como se organizaban las cosas en la vida de mis padres (los cuales no llegaron a ser una pareja bajo los criterios de una sociedad convencional, fueron principalmente compañeros de lucha entrañable en sus vidas y amigos, con vidas independientes), estuve radicando entre Nicaragua y México, y con la paz, despues de vivir el ultimo año de la guerra en México, llegue por primera vez a El Salvador.
El inicio de esta etapa se trato principalmente de vivir un proceso de adaptación complejo, por llegar a un nuevo país en una situación socialmente frágil despues de una guerra civil (la cual su etapa más cruda duro alrededor de 12 años y que fue la conclusión de casi un siglo (XX d.C.) de lucha de gran parte del pueblo salvadoreño ante graves injusticias sociales, las cuales conformaban parte de un régimen sistematizado de control y opresión, ejecutado por dictaduras militares y patrocinado por el aparato bélico de EUA de aquellos años) y por establecer por primera vez una vida familiar normal junto a mi madre, mi hermano menor y mi padrastro.
He tenido la bendiciones de que en la vida me han rodeado grandes mujeres, una de ellas es mi madre que ha sido una luchadora y un ser humano que admiro, y aunque sobrellevaba retos complejos de la vida (como muchas madres salvadoreñas y de Latinoamérica) siempre hiso lo que estuvo en sus manos para fomentar mis habilidades y motivarme (al igual que mi padre, padrastro y otras personas con las cuales estoy agradecido) y alrededor del segundo años en esta nueva etapa de vida, a los 9 años de edad, inicie mis primeras clases formales de dibujo y pintura, en una escuela de arte llamada «La Mazorca», que se encontraba frente a la Universidad Nacional en San Salvador. Era un niño que venia de un mundo que le mostro una realidad cruda y compleja aunque para mi durante esa época siempre fue normal, poco a poco descubría como funcionaba una sociedad y una familia convencional, descifrando el proceso de adaptación en la marcha, y mi primer encuentro con artistas plásticos sumergidos en la labor creativa dentro de un taller, fue una revelación que me abrió nuevas posibilidades en este mundo con las cuales sentía una profunda conexión y algo que considero importante fue el darme cuenta que había personas que vivían bajo este estilo de vida.
Más adelante seguiría estudiando el dibujo de manera informal principalmente por medio de libros o textos, uno de los libros que más me gusto y que fue quizás uno de los mejores que tuve, fue un libro de un autor de Inglaterra (un regalo de la madrina de mi hermano), en este momento no recuerdo el título, en donde se enseñaba a dibujar un estilo cartoon.
También fue una época en la que explore más la lectura para ampliar mi conocimiento y comprensión general de la vida, en la casa había ese habito y tenia a mi disposición (todas las tardes al regresar de mis clases escolares) una pequeña biblioteca (dividida y distribuida por toda la casa) con una buena cantidad de libros de géneros y temas variados, entre ellos una edición completa de la enciclopedia Larousse que tuve la oportunidad de leer (algunos temas con mayor interés que otros) y con mayor detenimiento el tomo dedicado a la historia del arte; también existían algunos libros ilustrados que siempre me gustaron mucho y había uno en especial de cuentos clásicos rusos, me llamaba la atención por el diseño del libro y en especial por el estilo gráfico con que habían realizado las ilustraciones. En mi biblioteca personal en el cuarto que compartía con mi hermano tenia otra pequeña biblioteca con mi selección de mayor interés, y los que tenia que leer como parte de mis tareas escolares, donde se incluían también los comics (estadounidense y japonés), historietas y en menor numero algunos artísticos.
Mi papá a quien ya le interesaban estos temas, siempre me acerco a diferente tipo de contenido de entretenimiento gráfico, audiovisual y digital, al cual era más fácil acceder desde México por su cercanía con Estados Unidos y el cual, dependiendo el caso, podía llevar a El Salvador cuando visitaba a mi familia en este país. Así que me volví un aficionado a la animación americana y el anime (al cual también se tenia acceso por medio de los programas de la televisión regular y por cable (ya que los años 90 en Latinoamérica hubo explosión de la series animadas japonesas), los videojuegos de computadora (tenia una computadora Commodore Amiga que en su momento tenia una biblioteca de videojuegos independiente bastante interesante) y en el tema de consola llego despues por medio del Family (que era jugar los mismos videojuegos que la Nintendo pero en su versión bizarra) y el Play Station 1 (y muchos de los que vivieron en México en esa época entenderán la relevancia de que tenia el chip de lectura japonés el cual ampliaba mucho la posibilidades de acceder aun a más títulos), así que fue una época que junto con mi hermano, amigos (compañeros de clase y del área) y familia pudimos disfrutar buenos momentos con todo este contenido.
Mi primer plan en ese momento, por diferentes motivos experienciales (conocer más a mi familia de México, ampliar mi cultura, etc) pero principalmente el de acceder a una mejor educación en mis áreas de interés, fue el de irme a estudiar a México. Para esto mi papá realizo el esfuerzo de manejar desde este país con mis hermanos y su esposa, para asistir al acto de graduación del bachillerato (el equivalente de la preparatoria en México) y despues regresarnos todos juntos.
Ingrese en Guadalajara a la que fue probablemente el primer modelo universitario enfocado en la animación cinematográfica y las artes digitales, La Universidad Internacional de Guadalajara UNINTERGUAD. Lastimosamente no conecte con este lugar, y sumado que por lo que estaba acostumbrado con mi familia de El Salvador, algunas cosas en mi entorno de vida no me parecieron en ese momento que era lo que necesitaba para desarrollarme positivamente, decidí adaptar mi estrategia y entrar al examen de admisión en la carrera de diseño grafico en la Universidad Matías Delgado en El Salvador, y regresar a este país.
Ya en El Salvador y en la nueva Universidad, entre a la Universidad José Matías Delgado y estuve en el proceso de ingreso, el cual en ese tiempo era bastante rigurosos ya que muchos de los maestros diseñadores venían de una formación basada en la excelencia de los procesos analógicos del diseño. Curso que me sirvió muchísimo para forzarme a mejorar y en el cual tuve una calificación alta, por lo que fui admitido en la carrera.
Parecerá extremo, y más en ese momento para todos, pero a mi no me parecía poca cosa definir el curso que seguiría dentro de mi siguiente proceso formativo en la Universidad, y considere la información que me envió un ex compañero de la UNINTERGUAD, sobre un nuevo proyecto del gobierno del Estado para crear un modelo universitario para formar animadores digitales y programadores de videojuegos en la ciudad de Guadalajara, México. Así que confrontando todos los efectos y con el apoyo de mis padres, y familia de El Salvador (fue difícil para ellos y para mi esta decisión por que sabíamos que era definitiva) regrese a México en ingrese al Centro Universitario de Arte, Animación y Multimedia CUAAM. con una media beca como todos los alumnos de ese momento.
El CUAAM creo que fue una época genial dentro de un lugar Universitario que combinaba el enorme talento y dedicación de los maestros ( en animación digital puedo mencionar algunos como Rigo Mora, Alfonso Casas, Leo Marín, Gabriel Benítez, Gil Izquierdo, etc) ser una laboratorio educativo en las áreas digitales dentro de un modelo dirigido a la industria internacional e innovación, ser un instrumento de propaganda del gobierno y estar en la zona de Chapultepec, a solo unas cuadras de la Universidad de Artes Audiovisuales CAAV.
Creo que el corazón del proyecto estaba en gran parte en el alumnado, el cual estaba constituido de diferentes personajes que parecían haber salido de un comic y con los cuales nos llegamos a divertir de una forma exagerada y constante, la mayoría de ellos con un talento que me pareció, desde el primer día, sobre saliente y el cual me hiso mejorar como artista y persona. Y que estaba constituido por personas de diferentes regiones de México, en su mayoría hombres pero también con valiosas y talentosas mujeres.
El proyecto del CUUAM al final terminaría cerrando de forma estrepitosa (aunque algunos compañeros despues de enormes esfuerzos lograron obtener un titulo y la estrategia de llegar a una Ciudad creativa digital continuo), como muchas otros proyectos de esos tiempos que fueron gestionados con una visión más dirigida a lo político. Para la suerte de la mayoría de mis compañeros el CAAV había abierto la carrera de medios audiovisuales orientados a la animación digital y despues de un proceso de revalidación. admitió que ingresáramos junto con el grupo que ya estaba cursando la carrera, otros personajes de comic, con los cuales despues de un proceso fuerte de acomodo terminaríamos conformando un grupo interesante y funcional.
Durante este tiempo tuve la oportunidad de exponer mi obra artística en 3 momentos diferentes, de manera informal pero en un lugar muy interesante llamado Barra de Navidad, una playa con mucha personalidad en México y de donde era uno de nuestros nuevos compañeros, el cual ya venia pintando desde un tiempo.
En actualización
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